Al ser seres vivos, las bacterias son capaces de desarrollar mecanismos de defensa contra los antibióticos y transmitir estas características de resistencia a sus futuras generaciones.
Los antibióticos son ineficaces contra los virus
La palabra antibiótico proviene del griego y significa "contra la vida". Dado que las bacterias son seres vivos y los virus no, el nombre ya deja claro que los antibióticos sólo son efectivos contra las bacterias y no contra los virus.
Pero como ocurre a menudo en la naturaleza, los seres vivos nos adaptamos; desarrollamos mecanismos de defensa contra enemigos y competidores para asegurar nuestra propia supervivencia. Si una bacteria ha desarrollado tal propiedad de defensa, el antibiótico es ineficaz. Dado que las bacterias se multiplican por división celular, sus nuevas propiedades también se transmiten a la siguiente generación.
La aparición y transmisión de la resistencia a los antibióticos
Algunas bacterias pueden incluso transmitir esta resistencia a otras bacterias, lo que hace que varios tipos de bacterias sean inmunes Actualmente, una de cada tres cepas de bacterias es resistente a los antibióticos convencionales. A esta inmunidad desarrollada se le conoce como resistencia a los antibióticos. El hombre no puede volverse resistente a los antibióticos por sí mismo.
Las causas de la resistencia a los antibióticos
El mal consumo y uso excesivo de los antibióticos es una de las principales causas de la resistencia a los antibióticos.
Muchas veces el uso de antibióticos es innecesario
Durante muchos años y de manera frecuente, los antibióticos fueron prescritos de forma incorrecta, en lugar de ser recetados y dosificados responsablemente. Debido a lo anterior y por seguridad, normalmente los antibióticos se prescriben para evitar infecciones secundarias innecesarias.
A menudo los pacientes insisten en que su médico les recete un antibiótico justo antes del fin de semana o de vacaciones. No obstante, durante este tiempo aún no se puede determinar si la infección se debe a una bacteria, en la que un antibiótico si puede ayudar.
Los antibióticos no son sólo utilizados con frecuencia en los seres humanos; también se utilizan a gran escala en la ganadería. Una gran cantidad de animales juntos en un espacio reducido favorece a la transmisión y propagación de infecciones; así que, para evitar un mayor gasto financiero por infecciones masivas, a menudo se usan antibióticos en la alimentación de los animales. Las bacterias resistentes de los productos cárnicos entran en nuestro cuerpo a través del consumo.
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